Aaron
tocó el timbre de Andrea a las siete con treinta minutos, en punto. Andrea
abrió la puerta y vio a Aaron con un esmoquin, tan guapo como hace tantos años.
Tenía años de no verlo con un traje; él tenía años de no verla con un vestido. Andrea
estaba lista; entonces, ambos se subieron al auto de Aaron y se dirigieron a la
fiesta.
En
la fiesta, Aaron presentó a Andrea como su mejor amiga, y cuando le preguntaron
sobre Julia, él simplemente hizo un gesto negativo con la cabeza.
Cuando
comenzó la música y se apagaron las luces, Aaron prefirió quedarse sentado a
bailar, pero Andrea comenzó a bailar con uno de los amigos de Aaron. Siempre le
había gustado bailar.
Aaron
se sentó con su grupo de amigos, y comenzaron a tomar un poco de cerveza, que
era lo normal entre ellos en las fiestas. Comenzaron a platicar sobre los
parciales, sobre sus ligues, sus chicas, etc. Aaron no le quitaba la vista a Andrea,
sólo para asegurarse que nadie quisiera aprovecharse de ella ni algo parecido.
Era su responsabilidad, aunque ella ya fuera mayor de edad.
Después
de un rato, Andrea y el amigo de Aaron llegaron a sentarse. Entonces, fue
cuando Andrea comenzó a tomar cerveza. Aaron sólo la veía de reojo, ya que
jamás la había visto tomar, y, por si acaso, debía controlarla. Andrea se tomó dos
cervezas, y con esa cantidad de alcohol en su organismo, perdió la cabeza.
Aaron
estaba también borracho, así que no le prestó atención. Cuando Andrea lo sacó a
bailar, Aaron no sospechó que algo estuviera mal. Y cuando sus labios se
rozaron, tampoco lo sospechó.
Para
Andrea, ese roce de labios fue algo que había anhelado durante años, después de
la ruptura. Ella simplemente se dejó llevar por las emociones del momento,
estando mitad sobria y mitad ebria. Cuando Aaron la estrechó más a su cuerpo,
ella se perdió en su mundo. Aunque, la verdad, se comenzaba a sentir cansada.
Se
quedaron bailando y besándose por un rato, y entonces, Andrea le susurró que
fueran a casa, que quería descansar.
Aaron
se despidió de sus amigos, y aunque pensaron que él estaba borracho,
consideraron que no era necesario llevarlo a casa. No estaba tan
borracho.
Ambos
se subieron al auto, él en el asiento conductor, y ella, en el asiento del
copiloto. Parecía que Aaron sabía que estaba ebrio, porque condujo bastante
despacio para el edificio donde vivía Andrea. Llegaron ilesos, y cuando ambos
bajaron del auto, Aaron acompañó a Andrea hasta su apartamento.
-Bueno,
Andrea –bostezó Aaron-, ya te traje a casa, en una sola pieza. Creo que debes
descansar.
-¡Aaron!
–dijo ella-. Espera.
-¿Qué
pasa?
-Estás
borracho –rio-. Será peligroso. ¿Cómo hemos llegado? –No le dio oportunidad de
responder-. ¿Sabes? Me siento mareada, ¿y si te quedas conmigo, Aaron? Me
gustaría, ¡pero nada de tocarme, eeh!
Aaron
dejó su chaqueta en el sofá de Andrea, mientras ella iba dando tropezones hacia
su habitación. Ya se había quitado los tacones; los llevaba en la mano.
Aaron
la siguió, sin poder apartar sus ojos de ella, sobre todo cuando se sentó al
borde de su cama y torpemente, comenzó a quitarse el vestido plateado. Él se
sentó a la par suya, y ayudó a sacarle el vestido por completo. Lo que no se
esperaba, era que Andrea se volteara y comenzara a besarlo, como solían besarse
cuando eran novios.
Aaron
no pudo resistirse, y no pudo detener el beso. En vez de eso, comenzó a besarla
más, como si estuviera poseído por un deseo lujurioso. Nunca había tenido a Andrea
tan vulnerable, como en ese momento, como para pasar a algo más. Nunca habían
llegado a ese punto, debido a sus creencias, y el respeto que él le tenía.
Andrea
comenzó a desabrocharle la camisa, y él ayudó a sacársela del pantalón. Aaron
se deshizo el nudo de la corbata, y se quitó el cinturón. Comenzó a besarla en
el cuello, y ella ni siquiera sintió cuándo fue que él le quitó el sostén y
comenzó a besar sus senos. Ella ni siquiera le pidió que no lo hiciera.
Aaron
recostó a Andrea levemente en la cama, y se subió sobre ella al tiempo que se
bajaba la cremallera del pantalón y lo hacía a un lado. Estaban separados
solamente por la ropa interior, y, aunque Aaron sabía que estaba cometiendo un
error, no podía evitarlo. La deseaba, como siempre la había deseado.
Aunque,
esta vez, a diferencia de las otras veces en el pasado, podría llegar hasta el
final.
---------------------------------------------------------------------------
Aquí ya todo se pone interesante. :3 :3 :3 Las dejo con la duda. Las quiero! O/
-Ana A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario