viernes, 13 de enero de 2012

True Believer - Chapter 11

Los pájaros trinaban, la niebla empezaba a disiparse, y un mapache atravesó corriendo el porche del búngalo justo en el momento en que el teléfono móvil de Nick empezó a sonar. La luz matinal, opaca y gris, se colaba a través de las cortinas deshilachadas, dándole de lleno en un ojo como si fuera un puñetazo propinado por un boxeador profesional.

Echó un vistazo al reloj. Eran las ocho de la mañana; demasiado pronto para hablar con nadie, especialmente después de una larga noche. Se estaba haciendo viejo para esos trotes, y antes de responder la llamada, soltó un bufido.
—Será mejor que se trate de algo importante —musitó.
—¿Nick? ¿Eres tú? ¿Dónde diablos te habías metido? ¿Por qué no me has llamado? ¡He intentado contactar contigo un millón de veces!

«Nate —pensó Nick, cerrando de nuevo los ojos—. Por el amor de Dios, Nate.»

Entretanto, Nate proseguía con su charla. Indudablemente debía de estar emparentado con el alcalde de Boone Creek, aunque él no lo supiera, razonó Nick. Si encerraran a ese par en una habitación y los colgaran de un generador mientras hablaban, seguramente producirían suficiente energía como para alumbrar a todo Brooklyn durante un mes entero.
—¡Me dijiste que estarías en contacto!
Nick se esforzó por incorporarse hasta que logró sentarse en la cama; tenía todo el cuerpo entumecido.
—Lo siento, Nate. He estado ocupadísimo, y además, la cobertura no es muy buena en este lugar.
—¡Tenías que mantenerme informado! ¿Recuerdas? Ayer te estuve llamando todo el día, pero cada vez me salía tu maldito I contestador. No puedes ni imaginarte cómo están las cosas por aquí. Los productores me asedian sin parar; me vienen a ver para solicitarme ideas sobre temas que puedan despertar tu interés. Te aseguro que va en serio; ¡te quieren fichar! Uno de ellos me ha sugerido que investigues un poco sobre la cuestión de las dietas elevadas en proteínas. Ya sabes, esas que certifican que puedes zamparte todo el beicon y los bistecs que quieras y que todavía perderás peso.

Nick sacudió la cabeza, intentando no perder el hilo de la conversación.
—Un momento. ¿De qué diantre estás hablando? ¿Quién quiere que investigue sobre qué dieta?
—Los de GMA. ¿A quién creías que me refería? Les he dicho que les llamaré para darles una respuesta, pero creo que podrás realizar el trabajo sin ningún problema.
Nick se frotó la frente. A veces ese hombre le provocaba dolor de cabeza.
—Mira Nate, no tengo ningún interés en dedicarme a investigar nada sobre esas dichosas dietas de moda. Por si no lo recuerdas, me dedico al periodismo científico.
—Bueno, pues te esfuerzas un poco más y punto. Eso es lo que harás, ¿de acuerdo? Además, las dietas están relacionadas con la química y la ciencia. ¿Tengo razón o no? Vamos, admítelo; sabes que tengo razón. Ya me conoces: cuando tengo razón, la tengo. Es más, estoy barajando unas cuantas posibilidades sobre...
—He visto las luces —lo interrumpió Nick.
—Bueno, veamos, si realmente tienes algo entre manos que valga la pena, podemos hablar. Pero te juro que me estoy volviendo loco con tantas llamadas de los productores, y ese proyecto sobre las dietas podría ser un trampolín para lanzarte a...
—Te digo que he visto las luces —volvió a repetir Nick, elevando el tono de voz.
Esta vez Nate le prestó atención.
—¿Te refieres a las luces en el cementerio?
Nick continuó frotándose las sienes.
—Sí, a ésas.
—¿Cuándo? ¿Y por qué no me has llamado? ¡Pues eso puede ser una auténtica bomba! ¡Oh, por favor, dime que las has filmado!
—Sí, pero todavía no he visto las grabaciones, por lo que no puedo confirmarte si han salido bien o no.
—¿Así que las luces existen?
—Sí. Pero creo que he averiguado su origen.
—Así que no existen...
—Escucha, Nate, estoy cansado, así que escúchame durante un minuto sin interrumpir, ¿vale? Ayer por la noche fui al cementerio y vi las luces. Y te aseguro que ahora comprendo por qué algunas personas creen que son fantasmas; es por la forma en que aparecen. Existe una bonita leyenda, además, y los del pueblo incluso han organizado este fin de semana una gira para sacar partido de la ocasión. Pero después de marcharme del cementerio, indagué el motivo y estoy casi seguro de que lo he encontrado. Todo lo que tengo que hacer es descubrir cómo y por qué sucede, aunque ya tengo algunas ideas vagas, y si todo va bien, lo habré averiguado esta misma noche.

Sorprendentemente, Nate no parecía tener nada que decir. Sin embargo, como buen profesional que era, se recuperó rápidamente.
—Vale, vale; dame un segundo para imaginar la mejor forma de sacarle partido a esta historia. Estoy pensando que los de la lele podrían...
Nick se preguntó en quién más debía de estar pensando.
—¡Ya lo tengo! A ver qué te parece esto —continuó Nate—. Empezamos con la leyenda, como para situar la historia en escena. Un cementerio entre la bruma del crepúsculo, un primer plano de algunas de las tumbas, quizá de un cuervo ominoso, y tu voz en off...
Ese hombre era un maestro de los clichés a lo Hollywood, y Nick volvió a consultar la hora, pensando que aún era demasiado temprano para atender una clase magistral sobre efectos especiales.
—Nate, estoy cansado. ¿Qué te parece si maduras un poco la idea y me llamas más tarde?
—Vale. Para eso estoy aquí, ¿no? Para hacerte la vida más fácil. Oye, ¿te parece bien si se lo comento a Alvin?
—No, todavía no. Primero déjame ver las cintas, y luego ya le llamaré yo para saber su opinión.
—De acuerdo —aceptó, con un tono lleno de entusiasmo—. Me parece perfecto. ¡Buena idea! ¡Una historia de fantasmas genuina! ¡Seguro que les encantará! ¿Te he dicho que esos productores parecían realmente interesados en el proyecto? Créeme, les dije que regresarías con un reportaje cojonudo y que probablemente no estarías interesado en eso de las dietas. Pero ahora que tenemos este bombazo entre las manos, podremos negociar con ellos. ¡Se volverán locos! Me muero de ganas de decírselo, y escucha, te volveré a llamar dentro de un par de horas, así que haz el favor de no alejarte del móvil, ¿me oyes? Las cosas podrían precipitarse aquí, y...
—Adiós, Nate. Ya hablaremos más tarde.

Nick volvió a acurrucarse en la cama y se cubrió la cabeza con la almohada, pero al no poder conciliar el sueño de nuevo, se levantó de mal humor y se dirigió al cuarto de baño, procurando no reparar en las criaturas disecadas que parecían observar cada uno de sus movimientos. Sin embargo, se estaba acostumbrando a ellas, y mientras se desnudaba, colgó la toalla en las garras extendidas de un tejón, pensando que podía beneficiarse de la postura conveniente del animal.

Entró en la ducha, abrió el grifo y se quedó debajo del chorro de agua durante veinte minutos, hasta que su piel estuvo completamente arrugada. Sólo entonces empezó a sentirse despierto. Dormir apenas un par de horas podía provocar esa sensación de malestar en cualquiera.

Después de ponerse los vaqueros, agarró las cintas de vídeo y se montó en el coche. La niebla flotaba sobre la carretera como una capa de hielo seco evaporado en el escenario de un concierto, y el cielo ofrecía los mismos tonos mates del día anterior, lo cual le hizo suponer que las luces volverían a aparecer esa noche, y eso no sólo era una buena noticia para los turistas que se acercaran hasta el pueblo ese fin de semana, sino que también significaba que probablemente debería llamar a Alvin. Aunque las grabaciones hubieran salido bien, Alvin era un genio con la cámara; podría capturar imágenes que seguramente provocarían una enorme hinchazón en el dedo de Nate a causa de tantas llamadas telefónicas como haría.

Sin embargo, lo primero que quería hacer era ver qué había grabado, sólo para estar seguro de si había conseguido captar algo. Como era de esperar, en Greenleaf no disponían de un magnetoscopio, pero había visto uno en la sala de los originales, y mientras conducía por la carretera intransitada camino del pueblo, se preguntó cómo reaccionaría Miley cuando lo viera. ¿Volvería a marcar distancias, ofreciéndole sólo un trato frío y profesional? ¿Persistirían los sentimientos del día que habían pasado juntos? ¿O simplemente recordaría los momentos finales en el porche, cuando él se excedió con tanta insistencia? No tenía ni la menor idea de lo que iba a suceder, si bien se había pasado gran parte de la noche pensando en ello.

Había encontrado el origen de las luces. Como en casi todos los casos, resolver el misterio no era tan difícil si uno sabía dónde buscar, y un rápido vistazo a una página electrónica patrocinada por la NASA eliminó la única posibilidad alternativa. Averiguó que la luna no podía ser la responsable de las luces. Esa noche había luna nueva, es decir, cuando la luna se oculta tras la sombra de la tierra, y Nick albergaba la sospecha de que las luces misteriosas sólo aparecían en esa fase en particular. Tenía sentido: sin la luz de la luna, incluso los vestigios de cualquier otra luz serían mucho más evidentes, especialmente si se reflejaban en las gotitas de agua de la niebla.

Sin embargo, mientras se hallaba de pie, expuesto al aire helado y con la respuesta al alcance, todo lo que podía hacer era pensar en Miley. Le parecía imposible que sólo hiciera dos días que se conocían. No, no era posible. Einstein había postulado que el tiempo era relativo, y supuso que ésa podría ser la explicación de lo que le sucedía a él. ¿Cómo era el viejo proverbio acerca de la relatividad? Más o menos venía a decir que un minuto con una bella mujer duraba un instante, mientras que un minuto con la mano sobre un hornillo caliente podía parecer una eternidad.

De nuevo se arrepintió de su comportamiento en el porche, maldiciéndose por milésima vez por no haber sabido captar las indirectas que Miley le lanzaba mientras él estaba pensando en besarla. Miley había expuesto sus sentimientos de una forma evidente, pero él los había ignorado. En circunstancias normales, ya haría muchas horas que Nick se habría olvidado del fiasco por completo; se habría reído de lo sucedido, restándole importancia. Pero por alguna razón desconocida, esta vez no le resultaba tan fácil.

A pesar de que había salido con un montón de chicas y que no se había convertido exactamente en un ermitaño después de que Selena lo abandonara, no solía hacer eso de pasarse todo el día charlando con una mujer. Generalmente sólo salía a cenar o a tomar unas copas para preparar el terreno antes de que llegara la mejor parte. Sabía que tenía que madurar en lo que se refería a salir con alguien, a lo mejor incluso debería sentar la cabeza y vivir una vida similar a la de sus hermanos. Sus hermanos ya le habían demostrado que eso era precisamente lo que esperaban de él, y sus esposas también. Eran de la opinión ampliamente compartida de que debería intentar conocer a las mujeres antes de acostarse con ellas, y uno de sus hermanos había ido tan lejos como para montarle una cita con una vecina divorciada que abogaba por la misma idea. Por supuesto, la vecina rechazó un segundo encuentro, básicamente porque en la primera cita él no demostró ni el más mínimo interés por ella. En los últimos años le parecía todavía más fácil intentar no conocer a las mujeres con profundidad, mantenerlas en el reino de los extraños a perpetuidad, donde todavía podían albergar esperanzas de llegar a establecer una relación más estable con él.

Y ahí radicaba el problema. No había esperanza. Por lo menos, no para la clase de vida en la que sus hermanos y sus cuñadas creían; ni siquiera, sospechaba, para la que Miley quería. Su divorcio con Selena se lo había dejado más claro que el agua. Miley era una chica provinciana con sueños provincianos, y no sería suficiente con ser leal y responsable y tener cosas en común. La mayoría de las mujeres quería algo más, algo que él no podía darles. Y no porque no quisiera, ni tampoco era porque se sintiera muy a gusto con su vida de soltero, sino simplemente porque era imposible. La ciencia podía dar respuesta a un montón de preguntas, podía resolver una pila de problemas, pero no podía cambiar su realidad particular. Y la realidad era que Selena lo había dejado porque no había sido, ni nunca podría serlo, la clase de esposo que ella quería.

Nick jamás había admitido esa dolorosa verdad ante nadie, por supuesto. No se la había admitido a sus hermanos, ni a sus padres, ni a Miley. Y normalmente, incluso en los momentos de calma, ni a sí mismo.
 

Aunque la biblioteca estaba abierta cuando llegó, no había rastro de Miley, y Nick sintió una punzada de decepción cuando abrió la puerta de su despacho y lo encontró vacío. Sin embargo, se dio cuenta de que ella había pasado por allí antes: la sala de los originales no estaba cerrada con llave, y cuando abrió la luz, vio una nota sobre la mesa, junto con los mapas topográficos que él había mencionado. Sólo necesitó un instante para leer la nota:

Tengo que encargarme de unos asuntos personales. Puedes usar el magnetoscopio si lo necesitas.
Miley

No mencionaba ni el día anterior ni la noche previa; tampoco mencionaba la posibilidad de quedar otra vez. Ni siquiera contenía ninguna coletilla afable antes de la firma. No era exactamente una nota desconsiderada y fría, pero tampoco despertó en él el nerviosismo del que espera algo más.

No obstante, probablemente estaba realizando una lectura demasiado profunda de la nota. Quizá Miley tenía prisa cuando la escribió por la mañana, o quizá había preferido no extenderse demasiado porque pensaba regresar pronto. Mencionaba que se trataba de asuntos personales, y con las mujeres eso podía significar desde una cita con el médico hasta salir a comprar un regalo de cumpleaños para un amigo. No había forma de saberlo.

Y además, él tenía trabajo que hacer, se recordó a sí mismo. Nate estaba esperando, y el giro radical en su carrera profesional probablemente dependía del proyecto que tenía entre las manos. Nick se esforzó por concentrarse en terminar la historia.

Las grabadoras de audio no habían captado ningún sonido inusual, y ni el detector de microondas ni el electromagnético habían registrado la más mínima variedad de energía. Las cintas de vídeo, sin embargo, habían grabado todo lo que él había visto la noche previa, y revisó las imágenes media docena de veces desde cada ángulo diferente. Las cámaras con la capacidad de filtrado de luz especial mostraban el brillo de la niebla con más intensidad. Aunque esas cintas podrían ayudarle a rematar su artículo, carecían de la fuerza visual necesaria como para poder considerarlas material televisivo de calidad. Cuando observaba las imágenes en tiempo real, notaba que tenían el sello de un vídeo doméstico, lo que le recordaba las empalagosas grabaciones que recibía como prueba de otros eventos supernaturales. Anotó que debía comprar una cámara real, sin importar la cantidad de tallos de apio que tuviera que engullir su editor cuando le presentara la factura.

A pesar de que las grabaciones no ofrecían la calidad que él había esperado, contemplar la forma en que las luces habían cambiado durante los veintidós segundos que fueron visibles le sirvió para corroborar que había hallado la respuesta. Dejó la actividad de las cintas a un lado, tomó los mapas topográficos y calculó la distancia de Riker's Hill hasta el río. Comparó las fotos que había tomado previamente en el cementerio con las fotos del cementerio que había encontrado en los libros relativos a la historia local, y llegó a una conclusión que consideró más que precisa sobre el grado en que se hundía el cementerio. Aunque no fue capaz de encontrar más información sobre la leyenda de Hettie Doubilet —no había mención alguna en los datos acerca de ese período—, realizó una llamada a la Oficina de Aguas del estado interesándose por la reserva de agua subterránea en esa parte del condado, y otra al Departamento de Minas, que le proporcionó información acerca de las canteras excavadas previamente en los campos que ocupaba el cementerio. Después de eso, escribió unas cuantas palabras en un buscador de internet para averiguar los horarios que necesitaba, y finalmente, después de permanecer en espera durante diez minutos, pudo hablar con un trabajador de la fábrica de papel, un tal Larsen, quien tuvo la amabilidad de ayudarlo en todo lo que pudo.

Y con eso logró que todas las piezas encajaran como para poder probar definitivamente su teoría.

La verdad había estado descaradamente delante de las narices de todo el mundo. Como en la mayoría de los misterios, la solución era simple, y por eso se preguntó cómo era posible que nadie se hubiera dado cuenta de ello con anterioridad. A menos, por supuesto, que alguien lo hubiera hecho, lo cual abría la puerta a otro punto de vista en la historia.

Nate, sin duda, estaría entusiasmado, pero a pesar del éxito conseguido por la mañana, Nick no tenía la sensación de haber conseguido su objetivo. En lugar de eso, no podía dejar de pensar que Miley no estaba cerca para felicitarlo o para gastarle una broma al respecto. Lo cierto era que no le importaba cómo reaccionara; lo único que le importaba era que reaccionara, y se levantó de la silla para dirigirse nuevamente a su despacho.

A simple vista ofrecía el mismo aspecto que el día anterior: pilas de documentos amontonadas sobre la mesa, libros esparcidos por doquier de una forma aleatoria, y el salvapantallas del ordenador mostrando unos trazos de vivos colores. El contestador, con la luz destellante indicando que tenía mensajes, descansaba al lado de una pequeña maceta con una planta.

A pesar de lo que veía, Nick tuvo la impresión de que, sin Miley, la habitación parecía estar completamente vacía.

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Wahahahaha! Les subiré pronto el cap. 12 <3 (? LOL! Chicas! Comienzo clases el 18 de enero! AL FIN! hahaha es que ya me cansé de estar aquí en mi casa desde septiembre. .-. Like, seriously! & lo mejor es que los primeros días no vamos a hacer nada! WOOOOOOO! Hasta mazo el lunes 23. xD El punto es que les subiré cap. de DYWM el 17. (: Supongo ya lo habré terminado para entonces. :B Bueno, eso es todo. (:

Bye, las amo & NUNCA DEJEN DE CREER! :D <3 atte: AIMiller/NickyAB.

3 comentarios:

  1. lkasjfkslaf yo llevo 10 meses sin ir al colegio imaginate como estoy DDDDDDDDDD: aksljf me encanto salkjlskfa quiero q haya 1313(? alkjsfkjfsa cuidate :D tq

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  2. por fin termine y quede re wowowoow me gusto mucho aunque m uy largos los caps xD jaja pero me gusta mucho, jajaja no comento mas porque estoy desde el cel y esta cosa es gayxD cuando te vea en msn te hablare jajaj:p te quiero bye

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  3. meee encantoo fue larga pero lo logre amo esta nove y ya se va poniendo mas interesante seguila que me encanta todo ese misterio de las luces y que sera lo que es...bueno me super encanto el capis!!!!

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